Se proyectan cambios en las importaciones

10 de setiembre de 2018 Se proyectan cambios en las importaciones

Es un momento de cambios significativos en algunos precios relativos, y con ellos se vendrán modificaciones en las variables reales. Un primer punto de impacto pasa por las importaciones del país, de las cuales se puede decir que la fotografía de lo ocurrido hasta el primer trimestre del año nada tendrá que ver con la que se proyecta para un horizonte de año y medio para adelante.

El tipo de cambio real y los precios relativos que involucran la moneda extranjera en nuestra economía todavía no se estabilizaron. Habrá que esperar un tiempo para que Argentina salga de la zona de turbulencia que sumerge el mercado cambiario en situaciones de altísima volatilidad en el precio y por lo tanto, de gran incertidumbre. De todas formas, si se consolida la salida de capitales del país y en particular de aquellos volcados a instrumentos financieros denominados en pesos o en UI, vamos a ver una devaluación real de nuestra moneda.

Algo de ello ya se está viendo cuando se compara con los países fuera de la región. En el trimestre mayo julio se observó que el tipo de cambio con Estados Unidos se devaluó 4,2%, con China 8,1% y con los cuatro países de Europa que más comercio tienen con Uruguay 7,2%. En definitiva ahora son más caros los productos que se importan desde esos orígenes.

En el caso de la región, el sentido de la evolución reciente es el contrario, con una apreciación de la moneda, o sea con una caída del tipo de cambio real del -13,1%. Esto fue producto de una caída contra Brasil del -9,1% y contra Argentina del -17,7%. Este último dato corresponde a julio, por lo que no incluye la gran devaluación de agosto en el vecino país. Por lo tanto, nuestros precios al consumidor pasaron a estar altos en la comparativa con los precios en nuestros vecinos cercanos. Es probable que al estabilizar los precios de importación desde nuestros vecinos pasen a ser inferiores a los observados hasta el primer trimestre del 2018.

El total de bienes importados en los doce meses terminados en julio de 2018 se ubicó en US$ 8.994 millones. La evolución reciente se puede apreciar en el gráfico superior del cuadro adjunto donde se ve que desde mediados del 2017 hay una tenue recuperación, luego del ajuste de los tres años anteriores.

Hay que considerar que la suba tiene un componente en la evolución del precio internacional del petróleo, pero se mantiene el comportamiento al alza cuando se consideran las importaciones sin petróleo tal como se ilustra en el mismo gráfico. Las importaciones de petróleo y derivados en el último año registran un alza del 33,6% por lo que la suba en el resto de las importaciones es más moderado.

Cuando se miran las importaciones sin el petróleo se puede comprender más el impacto sobre la economía, cuando se clasifican por el destino económico razonable. En tal sentido aparece una primera categoría que son las destinadas al consumo final. Si bien tiene en el último año un crecimiento del 11,2%, cuando se observa la evolución trimestre a trimestre se ve un enlentecimiento.

En particular, el trimestre mayo - julio solo registra un crecimiento del 1,6% y la principal razón es la fuerte caída en las compras de automóviles. Es un caso en el que el mercado refleja con rapidez la expectativa de una devaluación real y subas en las tasas de interés. En este caso hay un impacto adicional que llegará sobre el último trimestre del año, ya que se anticiparon importaciones en el año 2017 para evitar la suba de la tasa consular en enero de 2018.

Entre los restantes bienes de consumo, los Otros bienes duraderos siguen registrando un crecimiento (16,8%) pero hay que recordar que en esta categoría están los televisores y los teléfonos móviles. En el otro rubro importante, alimentos y bebidas, hay una señal de moderación y bajan su ritmo de crecimiento al 6,7% anual en el trimestre mayo - julio. Por su parte, en la categoría Otros bienes de consumo está estancada y la variación del último trimestre apenas alcanza al 0,2%.

Cerca de la mitad de las importaciones que tiene Uruguay en un año son insumos intermedios. Esto es razonable pues, al ser una economía pequeña, la apertura lleva a que se especialice en determinadas producciones e importe otras, en particular insumos. Es por eso que no hay que mirar a las importaciones con el sentido mercantilista y pensar que son malas para la economía. Hay una relación positiva entre el total exportado, el crecimiento del PIB y las importaciones, porque ningún país puede especializarse en producir todo.

Es por ese vínculo con el resto de la producción que las compras de insumos intermedios en el exterior es un buen indicador de lo que está sucediendo en la producción. Cuando dejamos de lado las compras de petróleo y derivados, vemos que en los doce últimos meses el crecimiento de estas compras ascendió a 7,9%. En esta tasa del promedio anual incide mucho lo flojo que estuvo el primer trimestre del 2018 pero luego se recuperó y el trimestre mayo - julio muestra una variación del 10,6%.

En el gráfico adjunto en el cuadro, en la zona media y a la izquierda, se puede apreciar cómo hay un enlentecimiento en estas importaciones, con una pequeña recuperación en el tramo que incluye el trimestre a julio de 2018.

También en la zona media del cuadro pero en el gráfico de la derecha, se ilustra la evolución de las tasas anuales finalizadas en julio de cada año para las maquinarias y equipos importados por el sector privado. Es un indicador anticipado de lo que está ocurriendo con la inversión de las empresas. La caída en el nivel fue muy grande, pasando de US$ 1.500 millones a un US$ 800 millones. Hay alguna recuperación en lo que se observa del 2018, pero en años móviles la caída es del -5,5%.

Para las compras de bienes de capital, hay que considerar que el sector público comenzó a moverse y dada la contracción de los años anteriores, se esperan tasas de variación positivas.

Entonces, la evolución del tipo de cambio con alzas importantes puede hacer pensar que la tenue recuperación en las importaciones se detendrá. Sin embargo, lo que importa son los movimientos relativos y en promedio, cuando se considere la devaluación real de Argentina y Brasil, el impacto real sea menor a lo que se vea en la cotización nominal. Es un tema de precios relativos.

El otro cambio relativo que seguramente se concrete en el próximo año es el del origen de las importaciones. Es de suponer que con esa evolución de precios haya una reducción en la participación de las importaciones desde fuera de la región y que suban las del Mercosur de cuatro países originales.

En el último gráfico del cuadro se ilustra la evolución de a cinco años en la estructura de las importaciones, de acuerdo a la región de origen. Se espera que la pérdida que tuvo el Mercosur en el pasado en contra de China, tenga un cambio en la tendencia y que crezcan las compras a Argentina y Brasil.

Fuente: El País Digital