Paraguayos se quejan por suba de costos en el puerto

29 de junio de 2015 Paraguayos se quejan por suba de costos en el puerto

Entre enero y mayo de este año, el puerto de Montevideo recibió 129.431 TEUS (unidad de medida equivalente a un contenedor de 20 pies) en tránsito, lo que significó un incremento de 18% frente a los movimientos realizados en el mismo período de 2014.

Esos movimientos cayeron durante gran parte del año pasado por la resolución 1108 de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina (tomada el 7 de noviembre de 2013) que prohibió los transbordos de mercadería de su país en Uruguay.

Con la prohibición a cuestas, las autoridades portuarias locales buscaron potenciar la llegada de tránsitos desde Paraguay, a efectos de poder paliar en parte la pérdida de los transbordos argentinos. Y si bien nadie niega el perjuicio que la administración kirchnerista le produjo al puerto de Montevideo, el arribo de mercadería guaraní hizo que en los últimos meses se pudiera superar el escollo planteado.

Pero no todo marcha bien con Paraguay. Ya sobre fines del año pasado, el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos de Paraguay alertó sobre los costos portuarios uruguayos.

En noviembre, ese organismo envió una carta al Ministerio de Relaciones Exteriores de su país donde mostró su preocupación sobre esos costos. La misiva fue enviada con copia a la Embajada de Uruguay en Paraguay, la Administración Nacional de Puertos (ANP) y otros operadores portuarios privados uruguayos.

En ese momento, solicitaron a las autoridades uruguayas que tomaran alguna medida que permitirá una rebaja en los precios de los servicios dentro del recinto portuario. Pero con el paso del tiempo nada de eso sucedió y los operadores paraguayos sostienen que, al contrario, algunos costos siguieron incrementándose.

El presidente del organismo paraguayo, Juan Carlos Muñoz, dijo a El País que hace algunas semanas se produjo un nuevo incremento en el costo de los remolcadores en Montevideo. Los remolcadores son embarcaciones que prestan apoyo a las barcazas, tanto a la entrada como a la salida del puerto. En el caso de la terminal local, los servicios de remolque son manejados por empresas privadas.

"Los privados paraguayos que operan en Montevideo están realmente preocupados porque en un año los costos de remolque aumentaron 40% y los otros costos siguen igual. El problema se sigue planteando de la misma manera", advirtió Muñoz.

El empresario planteó que en este momento los puertos regionales tienen que ser más competitivos que nunca. "Entendemos que en Uruguay han crecido mucho los costos impositivos y laborales, pero creemos que el tránsito internacional debería tener un trato diferencial si es que se quieren consolidar esos movimientos", sostuvo.

Además, expresó que en el mundo todos los puertos hub tienen tratamientos diferenciados al respecto. Añadió que Montevideo debería hacer una revisión de sus costos para seguir captando carga regional, aunque reconoció que "cada país es dueño de establecer sus políticas".

Muñoz explicó que este es un año difícil al reducirse las exportaciones de los commodities. "Pero las perspectivas de toda la región a mediano y largo plazo es de un incremento del tráfico por vía fluvial hacia los puertos del Río de la Plata. En algún momento, la presión de la demanda va a hacer que necesariamente algunas cuestiones se revisen para ser más competitivos", afirmó el empresario.

El año pasado, frente al aumento de los costos portuarios uruguayos, los operadores paraguayos mantuvieron encuentros con autoridades argentinas para buscar opciones en Buenos Aires.

Montevideo y Buenos Aires son las dos principales alternativas que tiene la carga paraguaya para su salida en buques de ultramar. Pero tampoco las condiciones actuales de la terminal bonaerense conforman a los guaraníes. Muñoz informó que recientemente hubo una huelga de 25 días en el puerto. Durante ese tiempo, quedaron 400 barcazas paraguayas cargadas con soja.

Entonces, las características de las dos terminales a un lado y otro del Río de la Plata no son convenientes para los exportadores guaraníes.

"Son las dos alternativas y las dos tienen que ser competitivas. Uruguay y Argentina deben pensar, entonces, como países de tránsito por excelencia", expresó Muñoz.

Más inconvenientes para Nueva Palmira

El consorcio santafesino Grupo PTP anunció que invertirá US$ 40 millones para levantar una nueva zona franca en esa provincia argentina a la que le añadirá un amarradero para barcazas. El presidente de la compañía, Guillermo Misiano, señaló días atrás al diario argentino El Cronista que una de las intenciones de este nuevo emprendimiento es "robarle" carga a la terminal portuaria de Nueva Palmira, a pesar de que su empresa también opera un sitio de amarre de barcazas en el puerto coloniense. La idea es clara: captar una buena parte de la carga que transita por la hidrovía.

"Nueva Palmira está colapsado, hay 15 días de demora, por acá (Villa Constitución, Santa Fe), son cuatro días menos de navegación lo que significa una fuerte reducción de costos", declaró al medio argentino.

Según datos del Instituto Nacional de Logística (Inalog), la actividad de transbordos en Nueva Palmira tuvo un retroceso de 1% en el primer trimestre del año, en comparación con el mismo período de 2014. A su vez, el año pasado cerró con un descenso en los tránsitos de 5% en relación a 2013.

Nueva Palmira fue otro de los puertos locales afectados por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina, ya que cuando prohibió los transbordos en Montevideo también limitó el tamaño de los convoyes de barcazas que transitaban por la hidrovía rumbo a la terminal.

Luego hubo también otras medidas tomadas por las autoridades kirchneristas con la intención de perjudicar a la terminal. En marzo del año pasado, la misma dependencia clausuró —alegando temas de seguridad— un embarcadero ubicado en la isla argentina La Paloma, frente a Colonia, que era utilizado por barcazas como sitio de amarre a la espera de lugar de atraque en Nueva Palmira.

Si bien las condiciones de seguridad eran precarias, en Uruguay se entendió que era otra medida para perjudicar a la terminal.

Fuente: http://www.elpais.com.uy