Burocracia que limita el avance

28 de octubre de 2015 Burocracia que limita el avance

"¿Cómo se da esa mejora con una caída del (lugar) 88 al 92? Bueno, los rankings son relativos. Uno puede mejorar la posición de uno respecto a la historia de uno, pero todavía caer un poco porque otros países se están moviendo y haciendo cosas buenas también", explicó López-Claros.

Una de las claves para que Uruguay no pueda despegar es la complicada burocracia estatal en algunos procedimientos. Otro aspecto tiene que ver con algunos costos elevados y un tercero con la falta de modernización en prácticas del Estado.

A López-Claros (que es director de Indicadores Globales y Análisis en el Banco Mundial) le "sorprende" que "con el grado de desarrollo que tiene Uruguay" no le vaya "sustancialmente mejor" en el clima de negocios. "Esperaría que Uruguay estuviera acompañando a Chile, Colombia, México", afirmó.

En América Latina y el Caribe, Uruguay está 14° en el informe —por detrás de México (38 a nivel mundial), Chile (48), Perú (50), Colombia (54), Costa Rica (58), Panamá (69), Guatemala (81) y El Salvador (86), entre otros— y en América del Sur es 4° al superar a Paraguay (100 a nivel mundial), Brasil (116), Ecuador (117), Argentina (121), Bolivia (157) y Venezuela (186).

Procesos

Para elaborar el ranking, el BM se basa en 10 ítems. De ellos, en siete Uruguay se ubica más abajo que en 2015, en uno más arriba y en otros dos no cambió su posición.

La mejora del país se dio en lo que el informe define como "distancia de la frontera". Ahí Uruguay tenía 61,16 en el informe 2015 y pasó a 61,21 en el reporte 2016. Cuanto más cerca de 100, más cerca se está de las mejores prácticas.

"La frontera son las mejores prácticas de los 189 países a lo largo de los últimos 13 años, como por ejemplo dónde es más rápido hacer cumplir un contrato. Resulta que en Singapur, hacer cumplir un contrato con los sistemas de juzgados, toma 150 días. Ese es el mejor rendimiento de los 189 países, entonces Singapur es la frontera", remarcó López-Claros.

"¿Dónde es más rápido abrir una empresa? En Nueva Zelanda, toma medio día, entonces Nueva Zelanda es la frontera y así sucesivamente", explicó.

"Esta frontera no es un país, porque no hay ninguno que tenga las mejores prácticas en todos los ítems. El mejor es Singapur que tiene 87,34 puntos en la distancia a la frontera. Esta 13 puntos alejado de las mejores prácticas", agregó el experto.

López-Claros dijo que "estamos enfatizando más el concepto de distancia de la frontera porque es una medida absoluta, que no depende del rendimiento de otros países".

Burocracia y costos

Hay seis indicadores donde Uruguay está peor posicionado que su ranking global.

El peor es "Manejo de permisos de construcción", donde el país está 160 a nivel mundial. Es que lleva 21 procedimientos y 251 días conseguirlo. Para tener una idea, Colombia que está 38 en el mundo en este ítem, lleva 10 procedimientos y 73 días.

En este caso el tiempo que más se demora en Uruguay es "pedir y obtener un reporte de riesgo de incendio de la Dirección Nacional de Bomberos (90 días)" y "pedir y obtener una inspección de la Dirección Nacional de Bomberos (87 días)".

Otro ítem donde Uruguay está mal ubicado es el de "Comercio transfronterizo", donde ocupa el lugar 153. El tiempo para exportar (144 horas) es casi el doble que el del promedio de América Latina (86 horas) y el costo (US$ 1.095) es más del doble que el promedio regional (US$ 493), entre otros aspectos.

Tampoco le va bien a Uruguay en el ítem "Pago de impuestos" (puesto 130 mundial) aunque mejoró seis lugares respecto al informe 2015 porque "hizo más fácil el pago de impuestos a las empresas, mediante la mejora continua y del sistema electrónico para la presentación y pago de los principales tributos", indicó el BM. Aún hay que hacer 31 pagos al año y eso es algo engorroso.

En "Protección al inversor minoritario", el país está 122 a nivel global. Aquí hay varias deficiencias, pero destaca el "índice de transparencia corporativa" donde recibe 1 punto en una escala del 0 al 10.

En "Registro de propiedades", Uruguay es 110 a nivel mundial. Lleva ocho procedimientos y 66 días hacerlo (más que el promedio de América Latina).

En el ítem "Cumplimiento de contratos", el país está 104. Es que lleva 725 días un juicio por esta materia. En Chile, por ejemplo, que está 56 en el mundo lleva 480 días.

Luego vienen indicadores donde Uruguay está mejor que su ranking global como "Resolución de la insolvencia" donde está 64 en el mundo. Aquí la tasa de recuperación (en centavos por dólar) es 42,1 mientras que en el promedio de América Latina es 31,2.

En "Apertura de una empresa" (donde Uruguay introdujo reformas años atrás para demorar menos tiempo), el país perdió dos puestos y se ubica 61. Según el BM "Uruguay hizo más difícil comenzar un negocio por el aumento de los costos de incorporación". Aún así, en cinco procedimientos y seis días y medio se puede hacer, cuando el promedio de América Latina es 8,3 y 29 respectivamente.

En "Obtención de crédito", el país está 59 en el mundo. Aquí destaca el "índice de alcance de la información crediticia" con un puntaje de ocho, el máximo posible.

La mejor ubicación (40 en el mundo), Uruguay la obtiene en "Obtención de electricidad" ya que lleva cinco procedimientos, 48 días y el costo es 12,7% del ingreso per cápita, menos que el promedio regional y de países de la OCDE (desarrollados).

http://www.elpais.com.uy/economia/noticias/burocracia-que-limita-avance-uruguay.html


"Me sorprende que a Uruguay no le vaya mejor en el clima de negocios"

El director de Indicadores Globales y Análisis en el BM, Augusto López-Claros, dijo a El País que Uruguay podría despegar con "voluntad política" y aplicando "medidas coherentes."

—Uruguay puede bajar cuatro puestos, subir cuatro, pero siempre está en mitad de tabla. ¿por qué se da eso?

—Una de las cosas que me sorprende un poco de los datos uruguayos, es que para un país con el ingreso per cápita de Uruguay (US$ 16.360), con el grado de desarrollo que Uruguay tiene —que se manifiesta en toda otra serie de indicadores de carácter social, manejo macroeconómico, etc.— uno esperaría que en el ranking del Doing Business le fuera mejor, sustancialmente mejor. Esperaría que Uruguay estuviera acompañando a Chile (puesto 48 del ranking), Colombia (54), México (38). Cuando miro los datos, veo que todavía hay una brecha y esa brecha podría ser cerrada concentrándose en aquellas áreas que evidentemente son puntos flacos. En el terreno de permisos de construcción hay un cierto grado de burocracia y costos elevados que se podrían simplificar. En el registro de propiedades es un proceso bastante engorroso, lleva tiempo y es bastante costoso, hay unos impuestos bastante elevados que hacen la transferencia de propiedad algo bien caro. Este tipo de cosas, creo que se podría hacer más en Uruguay.

—¿Qué debería hacer Uruguay para dar un salto en el clima de negocios?

—El objetivo no es simplemente mejorar los rankings de Uruguay en Doing Business, ese es un efecto colateral, lo importante es que en la medida que uno vaya abaratando estos procedimientos, haciéndolos menos complejos, mejorando algunas de las cuestiones subyacentes como por ejemplo el funcionamiento de los juzgados, uno está contribuyendo a la creación de un ambiente un poco más amistoso para la empresa. Ese ambiente en última instancia va a permitir que haya más dinamismo en la economía, más creación de puestos de trabajo, etc. Hay una brecha que se podría cerrar relativamente rápido en los próximos dos o tres años con un poquito de buena voluntad y algunas medidas bien diseñadas. No estaría diciendo lo mismo si se tratara de un país que tuviera importantes cuellos de botella y restricciones de tipo institucional, que le van a dificultar mucho a las autoridades la transición. Está el extremo de países donde hay conflictos civiles, armados, que realmente hacen que las autoridades no puedan dar atención a este tipo de reformas que tienen por objetivo mejorar el contexto para la empresa privada o países que son muy pobres y donde la atención de las autoridades está concentrada en aspectos de mucha mayor urgencia de carácter social. Nada de eso se aplica a Uruguay.

—Esa brecha que se podría acortar relativamente rápido, ¿es haciendo menos burocrático el Estado?

—Hay dos dimensiones. Una es la que mencionas, especialmente en algunos de estos indicadores como el costo y los procedimientos para registrar propiedad, pagar los impuestos, obtener un permiso de construcción o comenzar una empresa. Ahí hay un amplio campo para simplificar, reducir costos y para aprender las lecciones de otros países. Mucho de lo que ocurre con los datos de Doing Business a nivel global es que los países están estudiando las prácticas de otros. Hay delegaciones que van del país X al Y porque en el Y resulta que tienen un sistema fantástico para abrir empresas y quieren ver qué es lo que han hecho y cómo poder replicarlo.

Hay otra dimensión, que es un poquito más complicada que no necesariamente tiene que ver con burocracia, sino con la modernización de sistemas administrativos en el sector público. Por ejemplo, veo que en hacer cumplir un contrato, Uruguay está 104. Si el (puesto) global es 92, es un área donde se podrían hacer mejoras, modernizando el sistema de la administración de Justicia. Aquí aprender las lecciones de otros países es importante. Hay que hacer ambas cosas: eliminar burocracia innecesaria y abaratar los costos y hay que modernizar el Estado en parte mediante la adopción de las últimas tecnologías y procedimientos.

—¿En qué áreas es clave adoptar las últimas tecnologías?

—Por ejemplo, este tema de hacer cumplir el contrato. Hay muchos países donde el sistema judicial es muy lento. Toma años hacer cumplir el contrato porque hay mucha burocracia, prácticas que tienen décadas y que jamás se han reexaminado evaluando la utilidad social. En cambio, ves países donde el sistema se ha computarizado, donde las presentaciones de las demandas se hacen en línea, donde hay un Juzgado especializado en este tipo de casos. Con esto abarato los costos de las empresas. Si eres un empresario y tienes que hacer cumplir un contrato porque un suministrador no te entregó la mercadería y ya le pagaste y te toma tres años hacerlo cumplir, que es lo que ocurre en muchos países del mundo, es una carga financiera enorme. Es una preocupación para el empresario, en vez de que se concentre en lo que debería hacer, que es producir y crear fuentes de trabajo. Con un poco de voluntad política y medidas diseñadas en forma coherente, Uruguay realmente podría despegar y subir muy rápidamente. Hay países que lo han hecho, no estoy expresando algo irreal. Uruguay es un top-candidate para hacer esto.

Perfil

Nombre: Augusto López-Claros

AMPLIA TRAYECTORIA

Desde marzo de 2011 es el Director de Indicadores Globales y Análisis del Banco Mundial. Anteriormente se desempeñó como economista jefe y director del Programa Mundial de Competitividad en el Foro Económico Mundial (WEF) en Ginebra, donde fue el editor del Reporte de Competitividad Global, la publicación principal del WEF. Antes, fue director ejecutivo en Lehman Bothers (Londres) y economista internacional sénior. López-Claros también fue el representante del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la Federación Rusa durante el período 1992-1995. Antes de trabajar en el FMI, fue profesor de economía en la Universidad de Chile en Santiago. López-Claros cursó sus estudios en Inglaterra y Estados Unidos, donde recibió un título en Matemáticas y Estadística de la Universidad de Cambridge y un Ph.D en Economía de la Universidad de Duke.

http://www.elpais.com.uy/economia/noticias/sorprende-uruguay-no-mejor-negocios.html