La operativa portuaria sigue con problemas de congestionamiento

13 de octubre de 2014 La operativa portuaria sigue con problemas de congestionamiento

Los operadores portuarios se quejan por las demoras en el ingreso a la terminal y también les genera preocupación cómo será el funcionamiento del muelle C que sería habilitado el año próximo.

A pesar de la caída en la operativa registrada fundamentalmente este año, transitar por dentro del puerto se convierte en una suerte de peripecia y se deben eludir constantemente camiones o grúas que le dan a los caminos internos el mismo movimiento que a una calle céntrica.

El presidente de Nobleza Naviera, Américo Deambrosi, dijo a El País que la infraestructura del puerto está siendo exigida "como nunca" por el movimiento que actualmente se observa y es por eso que, a su entender, deberían realizarse ajustes en la gestión de la terminal que colaborarían con la operativa. Uno de los hechos que mencionó Deambrosi fue el de extender el horario de entrada y salida (llevarlo a las 24 horas) de la mercadería al recinto portuario.

Actualmente, los que movilizan carga a granel pueden ingresar en cualquier momento del día, algo que no pasa con los camiones que transportan contenedores, que deben pagar un costo extra para hacerlo.

"No es justo que a ellos se los castigue cobrándole habilitaciones especiales. Es un desincentivo, una multa para que el que trabaja a esas horas", dijo el empresario. En ese sentido, aclaró que la carga a granel también paga una habilitación para el ingreso fuera de hora, pero ella tiene un costo ínfimo.

Los problemas de ingreso y en el funcionamiento interno, ya habían sido planteados meses atrás por transportistas y otros operadores privados de la terminal, pero las demoras siguen siendo habituales.

En algunos casos, los retrasos generan sobrecostos y en días donde la operativa se complica la fila de camiones se extiende por toda la rambla portuaria. Incluso, hay operadores portuarios privados que tienen personal extra para ordenar el tránsito adentro del recinto, había manifestado tiempo atrás a El País el gerente general de Montecon, Juan Olascoaga. "Eso tiene un costo millonario anual para nosotros, cuando eso debería ser responsabilidad de la ANP. Sin embargo, tenemos que disponer de gente nuestra para ordenar camiones propios y ajenos para que no se generen inconvenientes o se formen embotellamientos", expresó en esa oportunidad.

Para Deambrosi, la Administración Nacional de Puertos (ANP), previó los factores más importantes, pero se quedó atrás en el hecho de agilizar la entrada y salida de camiones. "Se debió haber previsto, no se fue diligente en solucionar los problemas", sostuvo.

"La ANP es consciente, pero es muy lenta en tomar las decisiones. Además, tiene problemas con otros organismos, como la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) o el Ministerio de Ganadería. Cuando comenzó la ley de Puertos las cosas estaban bastante afinadas y había espíritu colectivo de trabajar bien; hoy se está perdiendo ese espíritu. Entonces se tranca todo, añadió Deambrosi.

Por otra parte, el sector portuario observa con expectativa la culminación de las obras del muelle C y su puesta en funcionamiento el año próximo. Pero ese emprendimiento también genera preocupación en algunos operadores privados.

"(El Muelle C) lo quieren dedicar exclusivamente a contenedores. Si es solo para eso es un disparate, porque no vamos a poder sacar los barcos cargados a granel", dijo Deambrosi. Se pretende que la exportación uruguaya también tenga la posibilidad de operar en ese muelle. La inquietud ya fue planteada por Nobleza Naviera a la Unión de Exportadores y a la Cámara Mercantil de Productos del País.

La inauguración del muelle C estaba prevista para mediados de este año, pero no pudo cumplirse porque hace pocos meses un buque golpeó uno de los pilares de la construcción y retrasó las obras. El muelle está localizado en la zona donde estaban el Club Nacional de Regatas y el Montevideo Rowing Club. Las obras comenzaron en abril, de 2012 y tiene un valor de unos US$ 100 millones.

Conflicto con Argentina dejó de ser portuario

Para el titular de Nobleza Naviera, Américo Deambrosi, la intrincada relación con Argentina con la prohibición de los transbordos de mercadería en el Puerto de Montevideo y otras medidas que tuvieron como objetivo afectar el funcionamiento de la terminal de Nueva Palmira- dejó de ser un tema portuario y se transformó en político.

"Lo hicieron para perjudicar a Uruguay de alguna manera por la autorización de la ampliación de producción a UPM", dijo Deambrosi.

El empresario expresó que la medida dispuesta por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables no fue acertada ni siquiera para Argentina, ya que toda la mercadería proveniente del sur patagónico optó por irse a puertos brasileños.

"Ello generó retrasos en (el puerto) Río Grande del Sur, los barcos no podían entrar, se perdieron fechas de carga y eso causó daños importantes a los exportadores argentinos", manifestó Deambrosi.

En el caso de su empresa que además de ser operadora portuaria también es armadora- la prohibición de los transbordos generó una afectación fuerte.

"Estamos llevando algún contenedor, porque las cargas de importación hacia Argentina no están afectadas por la medida, pero son muy pocas y cada vez menos, porque ellos están bajado mucho las importaciones", expresó el empresario.

La naviera tiene dos barcos, pero uno está parado por la falta de trabajo y el otro funciona al 50%, cuando previo a la medida de la administración portuaria kirchnerista ambos funcionaban al tope de su capacidad.

Sobre la llegada de carga paraguaya al Puerto de Montevideo indicó que es "bienvenida, pero el volumen paraguayo nunca va a sustituir al argentino". "Ayuda, pero no es igual a la cantidad que perdimos de Argentina", manifestó.

Fuente: http://www.elpais.com.uy