Fotmer apuesta por adecuación de la normativa del cannabis

19 de febrero de 2021 Fotmer apuesta por adecuación de la normativa del cannabis

¿Cómo surgió su interés por el mundo del cannabis y su incursión en Uruguay?

Comenzó con un evento no muy feliz en mi vida. Mi padre tenía leucemia y pasé mucho tiempo en el hospital junto a él, vi el sufrimiento de otros pacientes y los efectos de la quimioterapia. A medida que me hice mayor y estudié medicina, aprendí sobre los beneficios terapéuticos del cannabis. Entendí que el cannabis es algo que alivia y ayuda en los tratamientos médicos. Cuando llegó la oportunidad, en 2009, decidí utilizar mi conocimiento médico y lo que había aprendido sobre el cultivo para enfocarme en este negocio, al ver su enorme potencial. El cannabis se convirtió en una industria líder en Colorado y fui una de las primeras personas en creer en esta industria. Afortunadamente, tenía una conexión con Uruguay desde 2008, cuando trabajaba como veterinario. Me enamoré de Uruguay y escogí comprar un terreno y construir un hogar allí. Con el tiempo, Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar el cannabis y esos amigos me ofrecieron ponerme en contacto con los reguladores, que querían aprender sobre la industria. De esas conversaciones, luego resultó que Fotmer recibiera la primera licencia para la producción de cannabis medicinal en Uruguay, en octubre de 2017. Actualmente, vivo entre EE.UU. y Uruguay.

¿Sus conocimientos de esta industria son fundamentalmente de Colorado, entonces?

Sí, aprendí mucho acerca de la industria, desde el cultivo a la manufactura, los productos medicinales, cómo administrar registros de pacientes y cómo trabajar con los gobiernos para establecer regulaciones. Tanto yo como otros integrantes de Fotmer adquirimos un gran caudal de experiencia en Colorado, donde esta industria es parte importante de la identidad de la zona y de la economía de EE.UU.

¿Cuál es la situación actual de la empresa?

Estamos exportando a distintos países. Desde Uruguay enviamos productos a Portugal, Alemania, una pequeña porción a Australia y cerramos un contrato importante con una compañía líder de Israel (N. de R.: se refiere a Canndoc, a la que sumistrarán hasta 3.000 kilos de cannabis al año). También hemos vendido dos veces el producto con fines de investigación a los EE.UU. con una licencia de importación la DEA (Administración de Control de Drogas).

¿La idea es que Uruguay se desarrolle como una gran base para exportar al mundo?

No es una idea, es una realidad. Tal vez el proceso haya sido un poco más lento de lo que muchos hubieran deseado, pero lo bueno es que estamos haciendo exportaciones más fuertes de cannabis. Vemos un crecimiento de más del 128% de la industria de 2019 a 2020 y tenemos un largo camino para recorrer; todavía estamos en las primeras etapas como industria. Creo que ambos, Uruguay y Fotmer, están posicionados para participar en lo que va a ser una gran empresa global.

¿De qué cifras de exportación estamos hablando?

Exportamos 3,5 toneladas de cannabis medicinal con alto THC (psicoactivo), entre 2019 y 2020. Es una cantidad enorme que nos ubicó entre los mayores exportadores de flor seca de cannabis medicinal a nivel mundial. Para que tenga una comparación, Canadá exportó 4 toneladas en 2019. La mayoría de nuestras exportaciones fueron en 2020, a pesar de la pandemia.

¿Por qué la pandemia no afectó tanto el negocio?

Nos ha afectado al igual que a muchos otros negocios. Pero el cannabis es considerado un producto para un servicio esencial en el mundo y eso es definitorio y le permitió a la industria continuar. La demanda global por el cannabis medicinal continuó incrementándose durante la pandemia.

Los gobiernos están muy ocupados con la pandemia del COVID-19, ¿esto deja al cannabis en un segundo plano?

Respetuosamente, estoy en desacuerdo. Pienso que la presidencia (de la República) sabe lo que esta industria representa económicamente para Uruguay. Es un hecho que el país fue pionero al aprobar la primera ley que regula el cultivo, la comercialización y la distribución del cannabis. Tenían la visión, pero no el conocimiento técnico sobre cómo funcionaría la industria. Ahora, pienso que las regulaciones tienen que acoplarse con la visión. Esta industria puede crear miles de empleos y producir cientos de millones de dólares en ingresos y hay muy pocas oportunidades de esa magnitud, particularmente para Uruguay. Creo que esta visión es compartida por el presidente Luis Lacalle Pou.

¿Abastecer al mercado interno es un desafío?

Sí, es muy importante el mercado local. Ahora estamos en contacto con un grupo de doctores que representa a 20.000 pacientes en Uruguay y sabe que somos una de las compañías líderes mundiales que vendemos flores cultivadas de alta calidad a pacientes en Alemania, Israel y EE.UU. Nos preguntan sobre la posibilidad de acceder a estos productos. Ese es uno de los puntos frustrantes que esperamos resolver en los próximos meses, ya que las regulaciones en Uruguay no son lo suficientemente claras como para permitir el acceso al cannabis medicinal a pacientes en Uruguay. Estamos trabajando en este tema con la Cámara de Empresas del Cannabis Medicinal, dirigida por Marco Algorta, quien está haciendo un gran trabajo, explicando y presentando una visión unificada al gobierno. En base a las flores de Fotmer, Alemania, Israel, EE.UU. están adelantando sus programas médicos. Sería maravilloso si lográramos lo mismo en Uruguay.

¿Cuál es el nivel de producción de la empresa?

Entre 7 y 8 toneladas de biomasa de la planta entera. En el proceso de dejar la flor «limpia», lo que queda se usa para extracción y hacer aceites y otros productos. Se separa la flor por un lado y el excedente por otro.

Hablemos de los empleados, ¿cuántas personas trabajan en la empresa y de qué perfil?

Somos unas 50 personas fijas. Durante la zafra, que va de octubre a abril, hay alrededor de 245 trabajadores. El producto se cultiva en Nueva Helvecia, donde tenemos la planta. En el Parque de las Ciencias tenemos el centro de operaciones. Ambas son zonas francas. En la empresa hay mucha gente joven que ve a la industria del cannabis como el futuro y también personas experimentadas que vienen de otras industrias. El entrenamiento que ofrecemos está relacionado con buenas prácticas de manufactura, dentro de márgenes bien definidos.

¿Cómo proyecta a la industria?

Esta industria se fortalece. Con el cambio de gobierno en EE.UU., los inversionistas han adquirido un nivel de confianza. Muchas de las barreras que EE.UU. ha impuesto en relación a la banca y otras formas de afectar la industria van a ser eliminadas, ya sea con el acceso bancario o la reclasificación del cannabis. Eso ya está pasando a nivel de la ONU y la OMS. En América Latina ya estamos viendo el avance en países como México, que es uno de los mercados más establecidos, aunque comenzaron más tarde que Uruguay, que también está en una buena posición.

En diciembre, la ONU mediante una resolución sacó al cannabis de la lista de sustancias peligrosas, ¿qué impacto tendrá en la industria?

Fue un importante reconocimiento. Si bien no tiene un impacto inmediato, ofrece mayor confianza a los inversionistas, crea mayores oportunidades para la gente interesada en la industria y se acepta el hecho de que se trata de una industria verdadera.

Tenemos entendido que Fotmer está buscando inversionistas, ¿es así?

Sí, estamos buscando ampliar nuestras operaciones y eso requiere capital. Además, queremos ampliar nuestra capacidad en materia de producción hacia otros productos medicinales de cannabis.

¿Qué planes tienen?

Aspiramos a trabajar con el gobierno en cambios normativos que le permitan a esta industria crecer. Uruguay tiene un sistema legal sobre el cannabis que ayuda a la industria, pero esas leyes deben ser ajustadas o modificadas en algún momento. Queremos que los pacientes en este país tengan acceso al producto del cannabis medicinal. Considerando que Uruguay actualmente es mi comunidad, esto es muy importante en lo personal. También queremos expandir nuestras operaciones, tanto en el plano nacional como internacional, porque la demanda está creciendo en el mundo y el mercado de HTC se ha consolidado.

PERFIL

Médico veterinario y con formación en farmacología, este empresario (estadounidense, 48 años, tres hijos), comenzó a explorar el mundo del cannabis hace más de 10 años en Colorado, EE.UU. En 2016, fundó Fotmer Life Sciences en Uruguay, seducido por la normativa pionera en esta materia. Fotmer se dedica al cultivo y extracción del cannabis y se ha convertido en uno de los mayores exportadores del mundo. En 2019, Uruguay exportó US$ 3,3 millones de cannabis medicinal y en 2020 el monto se elevó a unos US$ 6 millones, de los que 70% fueron de flores de THC (psicoactivo) de Fotmer. Desde Colorado y en inglés, mezclado con español, Lewis explica el crecimiento de la industria.

Fuente: El País Digital