Puerto: terminales con más actividad en primer semestre

08 de julio de 2015 Puerto: terminales con más actividad en primer semestre

Igualmente, las empresas sostienen que están por debajo de los niveles óptimos de actividad, algo que ocurrió previo a una prohibición de las autoridades marítimas argentinas que no permiten la llegada de carga de su país en tránsito a Uruguay.

En el caso de Terminal Cuenca del Plata (TCP, 60% propiedad del grupo belga Katoen Natie y 40% del Estado), el aumento de movimientos en el primer semestre del año fue de 15% y en la comparación interanual de junio el aumento fue de 12%.

El único porcentaje negativo que registró esta terminal fue en mayo cuando la caída de la actividad fue de 8%, según datos que la empresa aportó a El País. En total, la terminal realizó 133.905 movimientos de carga y descarga de contenedores llenos y vacíos en los primeros seis meses del año.

El crecimiento de la actividad se sustentó en la mayor llegada de carga paraguaya. Igualmente, en TCP señalan que la actividad está lejos de un nivel óptimo, ya que la compañía quiere alcanzar o superar incluso los registros de 2011. En ese año, TCP efectuó un total de 327.193 movimientos, con un crecimiento respecto al año anterior de 42,8%. Si se compara el primer semestre de este año con el mismo período de 2011, hay una caída en los movimientos de 24,3%.

Por otra parte, TCP cerró el año pasado con una baja en los movimientos de contenedores de 13,1%.

En el caso de Montecon, la terminal movilizó 115.900 cajas (unos 197.030 TEUS, unidad equivalente a un contenedor de 20 pies) en el primer semestre, con un aumento de 8,8% en relación a igual período de 2014.

Por su parte, en junio la terminal movilizó 17.900 cajas (30.430 TEUS), con una baja de 5,2%, respecto al mismo año de 2014. También la empresa entiende que la actividad se encuentra por debajo de lo deseado. El gerente general de Montecon, Juan Olascoaga, señaló a El País que los resultados de la terminal hasta ahora son positivos, aunque habrá que ser cautelosos de cara al futuro, ante un escenario de incertidumbre económica.

A su vez, según datos brindados a El País por el Centro de Navegación, en el año móvil (entre julio del año pasado y junio de 2015) los tránsitos crecieron 4,7%, dentro de un aumento general de actividad de 3%. En el desagregado, las importaciones cayeron 1,9%, las exportaciones subieron 0,5% y el movimiento de contenedores vacíos aumentó 6,3%.

Medida

El año pasado, las terminales sufrieron los percances que trajo aparejados una resolución —la 1108— de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina que prohibió a fines de 2013 el tránsito de mercadería de su país en puertos uruguayos.

La medida, al decir de las autoridades kirchneristas, intentó potenciar la actividad en los puertos argentinos, que perdían competitividad con la terminal montevideana, más eficiente y con mejores costos. Pero la decisión tuvo un trasfondo. Días antes de la resolución —que fue tomada el 7 de noviembre de 2013— el presidente José Mujica autorizó un aumento de producción a la pastera UPM y eso irritó al gobierno argentino que siempre se opuso a la instalación de esa fábrica en Fray Bentos. Entonces, la manera de devolverle el gesto a Uruguay fue la resolución 1108 que prohibió los transbordos en el puerto de Montevideo y además limitó el tamaño de los convoyes de barcazas que circulaban por la hidrovía rumbo a la terminal de Nueva Palmira.

La restricción kirchnerista perjudicó a los exportadores de fruta del sur argentino que enviaban en tránsito su mercadería hacia Uruguay.

Desde hacía varios años, las exportaciones del sector fruticultor de la provincia argentina de Río Negro eran transbordadas desde el puerto patagónico de San Antonio hasta la terminal montevideana y luego embarcadas hacia Europa. Pero con la prohibición todo cambió y esos exportadores argentinos debieron derivar sus cargas hacia el puerto brasileño de Río Grande del Sur.

Así, los exportadores debieron afrontar mayores costos y retrasos al tener que optar por otros puertos que los llevó a perder contratos de compra por no poder cumplir con los plazos establecidos al momento de cerrar los negocios.

Durante el año pasado, las terminales portuarias locales sintieron el impacto de la medida argentina, y en el caso de TCP la pérdida de los tránsitos le significó en algún momento una merma de más de 30% en su actividad.

Lentamente y con llegada de carga paraguaya, la actividad portuaria comenzó a mejorar sus números, aunque los operadores igualmente sienten la falta de carga argentina. La cuenta es simple: si al aumento de los tránsitos guaraníes se le sumara carga argentina, los números serían mucho más positivos.

Por otro lado, los operadores portuarios paraguayos se han quejado por los costos generales que deben afrontar en la terminal montevideana.

Además, han señalado que en un año aumentaron 40% los precios de los remolcadores (embarcaciones que prestan ayuda para el ingreso y salida en el puerto), lo que desequilibra los costos de las barcazas de su país que llegan en tránsito hasta Montevideo.

Actividad en Nueva Palmira

En el primer cuatrimestre del año, la actividad en la terminal de Nueva Palmira verificó una caída de 1%, entre los movimientos de tránsito de mercadería y las exportaciones uruguayas, respecto al mismo período del año pasado. La terminal coloniense también fue afectada por decisiones de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina.

Además de limitar el tamaño de los convoyes de barcazas que circulaban por la hidrovía, el año pasado esa dependencia clausuró un embarcadero ubicado en la isla argentina de La Paloma por condiciones de seguridad. Ese lugar, era utilizado por barcazas paraguayas que iban hacia el puerto de Nueva Palmira como lugar de amarre a la espera de sitio de atraque en la terminal coloniense.

Fuente: http://www.elpais.com.uy