Puerto: baja carga paraguaya y se desata una polémica

19 de marzo de 2018 Puerto: baja carga paraguaya y se desata una polémica

En el último trimestre de 2017, el puerto de Montevideo recibió una cantidad inusual de trasbordos desde Paraguay, lo que ocasionó demoras en el despacho y motivó la intervención de la Administración Nacional de Puertos (ANP). Por esos problemas, en el inicio de 2018 hubo una caída fuerte de la carga guaraní y las partes se echan culpas sobre la responsabilidad.

"Es una pena que como puerto hayamos perdido casi el 40% de lo que movíamos (de contenedores paraguayos). Es un negocio de suma importancia (para las empresas) y de vital importancia" para el país, dijo el presidente del Centro de Navegación (Cennave) —que agrupa a las firmas privadas del sector portuario—, Alejandro González.

Días atrás, el portal Ecos publicó declaraciones del titular del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym) de Paraguay, Juan Carlos Muñoz, al diario Última Hora, donde reconoce que la carga perdida por Uruguay, comenzó a utilizar el puerto de Buenos Aires y atribuyó el cambio a la "negligencia operativa" del puerto montevideano. También sostuvo que los problemas en la terminal local ocasionaron "millonarias pérdidas" a las navieras paraguayas.

A finales del año pasado se llegaron a acumular 4.000 contenedores en tránsito desde Paraguay, que en su mayoría debían salir por los muelles públicos que opera la empresa Montecon. En ese momento, la ANP intervino y coordinó una reunión de Montecon con su competidora Katoen Natie —que a través de Terminal Cuenca del Plata (TCP) tiene la única terminal especializada de contenedores del puerto—.

Los privados pactaron una solución que rigió hasta el 31 de enero, que consistía en que TCP tomara el despacho de la carga que llega desde Paraguay para luego trasladarla a los buques que operan para Montecon, asumiendo el Estado los costos de esa operativa.

"Hubo de alguna forma una ola que nos tapó (a fines de 2017) por varios motivos. Hubo una caída importante (de los trasbordos paraguayos) después de esa crisis y ahora gradualmente estamos recuperando el flujo de tránsitos", expresó a El País el gerente general de Montecon, Juan Olascoaga. El presidente de la ANP, Alberto Díaz, dijo a El País que ahora no hay demoras con la carga paraguaya porque se redujo el volumen que llega, y mencionó que a finales de 2017 "hubo problemas" en los despachos que realizó Montecon.

Sin embargo, una fuente del gobierno fue más allá y dijo a El País que el operador portuario "asumió más carga (de la que podía despachar) por angurriento y eso nos perjudicó".

Tanto Díaz como otra fuente del sector consultada coincidieron que la situación actual responde a "un reordenamiento" de las cargas paraguayas entre los puertos regionales, ya que los niveles de 2017 eran excepcionales y respondían principalmente a la pérdida de competitividad de las terminales argentinas durante el gobierno kirchnerista.

También Olascoaga apoyó este análisis, pero aclaró que "no hubo errores" de Montecon en el despacho de la carga a fines de 2017 y rechazó la acusación de "angurrientos". Subrayó que le habían advertido a las autoridades portuarias "hace varios años" que iba a haber problemas para asumir los trasbordos "por no contar con el equipamiento adecuado ni las áreas necesarias" en los muelles públicos.

"Todos los servicios que captamos es de forma responsable. Montecon ha estado en contacto permanente con las líneas navieras para manifestarles que puede hacer y que no. Pero quien decide por donde vienen los tránsitos no somos nosotros, son las navieras que después hacen el viaje oceánico", detalló el ejecutivo.

Según estimaciones privadas de un consorcio paraguayo, el tránsito de contenedores a Paraguay vía Montevideo es de unos 70.000 u 80.000 anuales. A eso deben sumarse los trasbordos de mercadería guaraní que es exportada a través del puerto capitalino.

González del Cennave explicó la importancia de esta operativa: "Es clave para el comercio exterior del país porque el hecho que se concentren contenedores de terceros países posibilita por ejemplo a los exportadores que reciban mayores buques con frecuencia semanal y mayor capacidad de bodega. Cuando vienen (esas embarcaciones) buscan las exportaciones de Uruguay y también la de otros países, y eso hace que por el concepto de economía de escala el comercio exterior uruguayo se beneficie en términos de costos".

El presidente de la gremial advirtió que la pérdida de estos trasbordos "pone en jaque a algunas agencias marítimas y algunos otros sectores portuarios como el de depósitos".

A principio de mes Díaz había declarado que la ANP no piensa "en captar el 100% de la carga paraguaya, ni el 50% ni el 20%", sino en tener "el volumen suficiente para que vengan las navieras a levantar la carga uruguaya y tener conectado Montevideo como fin del sistema de puerto con el resto del mundo".

En aquella oportunidad, agregó en línea con lo dicho por la fuente de gobierno que "el sector privado no piensa igual, y de repente capta más de lo que puede porque prioriza otras cosas y esa es la verdadera traba que tenemos ahora".

Balance de la nueva Argentina

La llegada de Mauricio Macri al poder en Argentina cambió la política portuaria y las terminales del vecino país se vuelven más competitivas y agresivas. Es que en la época kirchnerista estos puertos habían perdido peso en el plano regional.

El presidente de la ANP, Alberto Díaz, reconoció que "Argentina es más agresivo" pero explicó que la eventual pérdida de actividad comercial podría "compensarse" con la llegada de más cruceros, que suman a Uruguay como destino luego de parar en Buenos Aires. Olascoaga de Montecon opinó que "más allá de cómo juegue el rival", la atención debe estar enfocada "en dar un servicio eficiente, con la infraestructura y el equipamiento adecuado".

Fuente: El País Digital