Oferta cárnica europea no conformó al Mercosur y se tensiona la negociación

04 de octubre de 2017 Oferta cárnica europea no conformó al Mercosur y se tensiona la negociación

La jefa negociadora de la Unión Europea para el Mercosur, Sandra Gallina, extendió el brazo y entregó cuatro sobres cerrados a los representantes del bloque regional sudamericano.

Algunos minutos después, y para no adelantar su postura sobre este punto de la negociación por el Tratado de Libre Comercio, los negociadores del Mercosur abrieron a solas los sobres, y se encontraron con la cifra que esperaban conocer hace tiempo.

El misterio se terminó en Brasilia y, tal como adelantó la prensa la semana pasada, los europeos ofertaron 70 mil toneladas para la cuota cárnica con preferencia arancelaria. El número está lejos de las 100 mil toneladas que la Unión Europea ofertó en 2004 y aún es menor a las 78 mil toneladas que esa organización regional ofertó en 2016. En ese sentido, las 70 mil toneladas ofrecidas –mitad para carne congelada y mitad para carne fresca– constituyen un incumplimiento por parte de los europeos respecto al compromiso que asumieron en 2010 de mejorar las ofertas que se habían presentado en 2004.

Antes del inicio de esta ronda de negociación, fuentes oficiales habían anticipado a El Observador que la presentación de una oferta que se ubicara en el entorno de las 70 mil toneladas sería leída como una "mala señal" para el futuro de la negociación.

Las ofertas para carne y etanol (600 mil metros cúbicos que le interesan solo a Brasil) son las variables que pueden volcar la negociación para un lado o el otro.

Es evidente que los socios del Mercosur no se encontraron con el número que querían y ahora los cuatro socios deberán coordinar una respuesta común. En la noche de este martes cada uno de los estados parte hizo consultas con sus capitales al más alto nivel para adoptar una posición individual.

El intercambio intrabloque ocurrirá este miércoles a partir de las 10.30 de Brasilia. En esa reunión se definirá cuál es la posición del Mercosur y con una única voz se dará respuesta a la oferta europea. Según supo El Observador, es esperable que haya una respuesta dura por parte del bloque.

Las partes manifestaron en los últimos meses el deseo de lograr un principio de acuerdo para diciembre de este año.

Sin embargo, la tensión que había ayer en Brasilia a raíz de la magra oferta europea para estos dos productos sensibles no augura que se vaya a cumplir con ese objetivo.

Esa incertidumbre y tensión se hicieron evidentes en las manifestaciones de los representantes de la sociedad civil que acompañan a las delegaciones oficiales en la capital brasileña. Este martes, en diferentes eventos, se escucharon muchos reclamos del sector agrícola, que insistieron en el concepto de que el acuerdo debía ser "beneficioso" para los dos. También se escuchó la protesta de los industriales, quienes reclamaron condiciones para una mayor competitividad frente a los europeos.

La negociación para un Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y el Mercosur alcanzó un punto de inflexión. Los próximos pasos serán cruciales para saber si los bloques podrán celebrar en diciembre o si la negociación de 2017 será un eslabón más de la larga lista de frustraciones que comparten las dos partes.

El tema es relevante para el gobierno uruguayo, que ve en esta negociación una válvula de escape y un activador para la paralización en la que estuvo inmersa la agenda exterior del bloque durante años. Uruguay es uno de los países que más ha empujado este acuerdo y su concreción es un logro que el gobierno ansiaba mostrar en diciembre.

Hasta qué punto los socios podrán aunar criterios para hacer frente a la presión europea es la pregunta que se despejará este miércoles.

Fuente: El Observador Digital