La exportación ante tiempos de incertidumbre

14 de enero de 2019 La exportación ante tiempos de incertidumbre

El crecimiento sostenido a largo plazo de una economía pequeña como la uruguaya está indisolublemente asociado a la exportación, dado el reducido tamaño del mercado interno. De ahí la importancia de analizar la evolución de las ventas externas del país, cuyo desempeño depende de la competitividad de los productos ofrecidos y del ingreso y las políticas que aplican los demandantes.

La coyuntura actual encuentra al sector exportador uruguayo en un momento de gran incertidumbre. El contexto internacional no es el más favorable. La guerra comercial entre Estados Unidos y China se está sintiendo en el volumen del comercio internacional y en particular se teme por una desaceleración en el gigante asiático con lo que ello impacta en la demanda mundial de commodities. A su vez hay dudas sobre la marcha de la economía estadounidense, al tiempo que Europa no logra consolidar una tendencia de crecimiento firme. Todo ello genera un ambiente de preocupación que se trasmite a nuestros vecinos, a los que también cuesta encauzar sus economías.

A este contexto de desaceleración de la demanda mundial hay que agregar los problemas de competitividad que enfrenta la producción nacional, para concluir que las perspectivas para el sector exportador no son las más favorables.

Ello sin perjuicio de que seguramente las exportaciones de bienes de Uruguay crezcan en el año que está comenzando respecto a 2018. La explicación no es otra que la pésima cosecha de soja del ejercicio anterior, dado el gran peso que tiene este rubro en la estructura de exportaciones totales de bienes. Como consecuencia de ello, las ventas al exterior de este oleaginoso cayeron a menos de la mitad de lo comercializado en 2017. Una cosecha con rindes normales elevará la oferta exportable y el valor de las ventas externas totales de Uruguay en el presente año.

De acuerdo a los datos divulgados por Uruguay XXI, las exportaciones totales de bienes, considerando las provenientes desde zona franca, aumentaron 0,4% en el último año respecto a los registros observados en 2017. Este relativo estancamiento es la conjunción de distintos comportamientos con algunos rubros que experimentaron caídas muy importantes como el ya comentado de la soja y otros que mostraron un incremento muy importante medido en dólares. Tal el caso de la celulosa cuyo precio promedio se incrementó cerca de 30% en el último ejercicio, pese a que los volúmenes exportados cayeron 5%.

Para hacer un análisis más detallado con una perspectiva de más largo plazo debemos recurrir a los datos del BCU que llegan al mes de noviembre y no incluyen las zonas francas. En el gráfico que aparece en la parte alta del cuadro se muestra la evolución de las exportaciones de bienes medidas en dólares corrientes acumuladas en los últimos doce meses. Se ve allí que alcanzan un pico máximo de US$ 9.500 millones a mediados de 2014, desplomándose hasta US$ 7.000 millones en 2016, recuperándose parcialmente en 2017 y con nueva caída en 2018.

Esta evolución se puede explicar a través de las dos gráficas que aparecen en la parte media del cuadro. Se muestra allí la evolución de los precios promedio de exportación y la de los volúmenes físicos comercializados. El año 2014 marcó el fin del super ciclo de las materias primas para Uruguay. La reversión de la tendencia creciente que mostraron las ventas externas del país hasta ese entonces, coincide con la caída de los precios internacionales.

Al analizar la evolución de las exportaciones en términos físicos, se observa con claridad como influye el clima. Recordemos las inclemencias que afectaron las cosechas de soja de 2016 y 2018, y la excepcional cosecha de 2017, lo que explica en buena medida la evolución en volumen de las exportaciones totales, tal como refleja el gráfico que aparece a la derecha en la parte media del cuadro.

Por cierto que no son los únicos factores que inciden. La coyuntura regional también importa. Así como la caída de los precios de exportación afectó a la economía uruguaya (no es casual el enlentecimiento del PIB desde entonces), también incidió en el desempeño de las economías vecinas.

Tal como muestra el gráfico que aparece en la parte baja del cuadro a la izquierda, los volúmenes exportados al Mercosur (Argentina, Brasil y Paraguay) cayeron hasta el año 2016, recuperándose en 2017 para caer en el último año. La volatilidad se explica fundamentalmente por las compras argentinas. El atraso cambiario que experimentó dicha economía durante 2017 estimuló el gasto privado de los vecinos, lo que se vio reflejado en un incremento de las exportaciones uruguayas a ese destino.

No las analizamos en esta nota, pero las que más crecieron fueron las ventas de servicios, concretamente turismo, con temporadas récord en los veranos 2017 y 2018. A nivel de bienes las ventas también aumentaron, de la mano de la industria automotriz.

La situación macroeconómica en Argentina no era sostenible y a lo largo del último año se fue procesando un ajuste que contrajo el gasto interno, afectando negativamente las exportaciones uruguayas vía cambio en los precios relativos y una menor demanda. No sólo cayeron las ventas de bienes, sino también el turismo. Si bien no se han divulgado aún datos oficiales, se puede constatar un menor movimiento estival respecto a la temporada anterior.

En cuanto al comportamiento por rubros durante 2018, considerando zona franca, la celulosa fue el principal, con ventas cercanas a US$ 1.700 millones. Su principal destino fue la UE, China y Estados Unidos.

El segundo rubro en importancia fue la carne vacuna con US$ 1.600 millones, con China y la UE como los principales destinos. Asociado al rubro vacuno cabe señalar las exportaciones de ganado en pie a Turquía, que aumentaron 18% el último año. Debido a esto y al nivel de faena del último año es probable que disminuya la oferta exportable de carne en el presente año.

En el gráfico de abajo, a la derecha del cuadro, se muestran los principales destinos de las exportaciones de bienes en 2018 considerando a la zona franca, es decir las ventas de las plantas de celulosa, el concentrado para bebidas refrescantes y medicamentos. China lidera y Argentina, debido a sus problemas económicos, queda relegada a un quinto lugar.

Fuente: El País Digital