El ingenio, una pieza clave ante el desafío logístico

02 de setiembre de 2016 El ingenio, una pieza clave ante el desafío logístico

Los ingenieros encontraron en la logística un área prolífica donde desarrollarse, con muchas oportunidades en el puerto, el transporte, almacenamiento y sus ramificaciones. Y la logística local también se benefició de esas «cabezas» acostumbradas a lidiar con problemas que parecen imposibles. Cuatro ejecutivos cuentan cómo sus empresas apelaron al ingenio para satisfacer las demandas de los clientes y abrir, a la vez, nuevas oportunidades de negocio en el país y en la región.

Mercadería crítica

Los productos que llegan al país por vía aérea son recibidos por la Terminal de Cargas Uruguay (TCU), que les hace una serie de controles y luego los almacena hasta que son retirados por sus importadores. El gran desafío es adaptarse al ritmo de llegada de los vuelos, que se distribuyen de forma muy dispar y concentran el trabajo en ciertos días de la semana o en determinados horarios.

Cuando se trata de productos farmacéuticos, el reto es aún mayor, ya que los laboratorios tienen requisitos cada vez más exigentes en el tratamiento de sus mercaderías. No son caprichos; responden a la necesidad de preservarlas. «Las vacunas o algunos productos oncológicos, por ejemplo, tienen que conservarse en el rango de 2°C a 8°C. En verano tenemos días que superan los 30°C , y si la carga queda expuesta dos horas, el producto puede exceder los 8°C, lo que podría implicar que deba descartarse», explicó Bruno Guella, gerente general de TCU.

«Un pallet puede contener mercadería por US$ 50.000. Son productos muy sensibles, muy caros, por lo tanto, para los laboratorios es muy crítico que se los procese en forma adecuada», dijo el ejecutivo.

Esa exigencia llevó a TCU a redefinir sus procesos operativos. Entre otras cosas, creó con las aerolíneas mecanismos de preaviso, que permiten la identificación anticipada de los contenedores con estos productos. «Antes se procesaba un vuelo entero y una vez finalizado se seguía con el siguiente. Ahora, si llegan tres vuelos juntos se procesan simultáneamente, porque en cada uno es necesario priorizar los productos más críticos», ilustró Guella.

La firma está desarrollando nuevas áreas de almacenamiento refrigerado con «los más altos estándares». También está haciendo cambios en la operativa y desarrolló un nuevo sistema informático. «Se utilizará dispositivos móviles para registrar información al sistema, tomar fotos, y todo esto estará interconectado con balanzas en las uñas de los elevadores, que transmiten por Wi-Fi los datos al sistema».

Todo esto simplifica el proceso operativo, reduce el margen de error de pesar manualmente e ingresar datos en planillas y, a la vez, permite ofrecer al cliente información en tiempo real. La empresa ya recibió solicitudes para replicar esta solución en los aeropuertos de Brasilia y Natal, donde opera dos terminales de carga adicionales.

Acceso a más mercados

El director de logística de Schandy, Pedro Garra, definió el trabajo de la empresa como «el de un sastre», porque busca soluciones para la escala del país y sus costos.

Un claro ejemplo es la terminal TLU en Nueva Palmira que desarrolló la empresa. Responde a la necesidad de importar uno de los fertilizantes más utilizados en Uruguay, el UAN (urea-amonio-nitrato).

El desafío fue desarrollar una terminal de acopio con acceso marítimo. La creación de TLU permitió a los productores no depender de Argentina, desde donde se solía importar el fertilizante en camiones. «Se ganó libertad para buscar calidad y precio», dijo Garra.

Otro gran reto que asumió Schandy también benefició al agro. Hasta hace un tiempo, los productores de granos que deseaban exportar debían llenar un buque 40.000 toneladas, un listón difícil de alcanzar.

En alianza con la firma logística Juango, Schandy diseñó una solución que hiciera posible la «conteinerización» de granos, para que los productores pudieran concretar ventas menores con seguridad sobre los costos. La empresa se ocupa de todo, de la chacra al puerto del mundo que se desee: el transporte nacional, acopio, secado, pre-limpieza del grano, llenado del contenedor, fumigado, los servicios portuarios y fletes marítimos. «Antes no había un proveedor que brindara el servicio con un precio fijo. Ahora los productores tienen esa certeza y pueden comprometer ventas a plazo». Este año, el segundo que se ofrece el servicio, Schandy cuenta con ocho clientes y movilizó por esa vía 70.000 toneladas de soja, trigo, harina de soja, harina de canola y pellet de canola. Ya prevé replicar esta experiencia en el Sur de Brasil.

Grandes volúmenes

Uruvan ha realizado mudanzas a gran escala. Uno de los casos emblemáticos fue el trasladado de la planta de Pepsi de Colonia a Manaos. Había máquinas que pesaban 20 toneladas y fueron transportadas en contenedores open top (abiertos). La mayor complicación logística era el traslado al puerto de Montevideo, ya que por su altura los 18 contenedores no pasarían por el puente de Ruta 1. «En vez de 160 kilómetros para venir a Montevideo tuvimos que hacer más de 350 por otras rutas», recordó la directora ejecutiva, María Fernanda Albarracín.

Otra mudanza desafiante fue la de Presidencia de la República del edificio Libertad a la Torre Ejecutiva de Plaza Independencia. Mientras que las mudanzas «grandes» se hacen en dos días, esta insumió un mes de trabajo. Había que trasladar un gran volumen de objetos de todo tipo: escritorios, la biblioteca entera, obras de arte. «Para agilizar la mudanza se hizo una estructura de madera por todas las escaleras que había en el edificio», dijo Albarracín.

Con las habilidades adquiridas, la empresa también realizó traslados de obras de arte, como la exposición itinerante del Museo de Arte Precolombino e Indígena que viaja por toda Europa. «Nos encargamos del acondicionamiento especial que se hizo, con cajonería que puede reutilizarse en cada destino».

Paquetes a medida

Uno de los principales desafíos de Costa Oriental es satisfacer las demandas de eficiencia y de mantener inventarios más pequeños para sus clientes. La empresa opera como centro de distribución regional de productos y también los «customiza», es decir, los adapta a los requerimientos del mercado final (etiquetados, estuchados, cambios de cables, packagings, etcétera).

«Los clientes necesitan cada vez más flexbilidad y rapidez. Lo que querían en una semana, ahora lo quieren en un día», afirmó el gerente general, Juan Carlos Rodríguez.

No es lo mismo un producto promocional por el Día del Niño en Argentina que en Brasil. Por ejemplo, una consola de videojuegos en un país incluye dos joystick de regalo y en otro son dos juegos, lo que requiere adaptar la caja exterior a cada caso. «Los volúmenes empiezan a ser más pequeños y las fábricas de Oriente no manejan esa escala, entonces trabajamos con imprentas uruguayas que hacen el etiquetado o estuche del producto final y se hace la exportación de zona franca», explicó Rodríguez.

Antes, las empresas tenían grandes depósitos con altos inventarios. Ahora, «en una semana el producto que estaba en un inventario a nombre del proveedor pasa al cliente y lo adaptamos; cada vez más buscan bajar inventarios», dijo Rodríguez. El servicio dejó de ser «almacenar por almacenar»: «El que no agrega valor queda afuera del negocio. Hay que dar transparencia y calidad del servicio», sentenció Rodríguez.

Fuente: http://www.elpais.com.uy/el-empresario/ingenio-pieza-clave-reto-logistico.html