El desafío es incrementar las exportaciones con trabajo

05 de junio de 2014 El desafío es incrementar las exportaciones con trabajo

El desafío que se le presenta a la economía uruguaya es, sin desatender las exportaciones de productos primarios que tanto contribuyeron al crecimiento económico de los últimos años, generar las condiciones que permitan aumentar las ventas externas de productos con un mayor contenido de trabajo uruguayo.

El contexto en que se desenvuelve el sector exportador ya no es el exuberante de años atrás y las perspectivas a corto plazo no son favorables. Los precios de los principales rubros están cayendo. Hasta el momento eso no se ve reflejado en las estadísticas de comercio exterior; por el contrario, los datos al cabo de los cinco primeros meses del año muestran un incremento de las ventas externas. Ello se debe a que las mismas reflejan negocios pactados anteriormente a precios más elevados, pero pronto lo comenzarán a mostrar.

Por su parte, las ventas a la región están cayendo ante los problemas económicos que enfrentan nuestros vecinos, lo que impacta negativamente en las exportaciones de manufacturas más intensivas en el factor trabajo.

Las solicitudes de exportación de bienes al cabo de los cinco primeros meses del año muestran un incremento en dólares del 5% en relación a igual período de 2013.

En valores absolutos, las ventas externas a mayo totalizaron US$ 4.000 millones, guarismo que se incrementa en US$ 200 millones si se consideran las exportaciones desde zonas francas.

Esta evolución se enmarca en la tendencia moderada que registran las colocaciones externas de bienes del país, las que enfrentan varias dificultades. En primer lugar un contexto internacional, que si bien no es restrictivo, ya no se muestra tan dinámico como en el pasado reciente. En particular los precios internacionales de los principales rubros que exporta Uruguay no sólo han dejado de aumentar, sino que en algunos casos están cayendo.

Tal vez el ejemplo más claro sea el de la leche en polvo, cuya última cotización en el mercado internacional cerró a US$ 3.500 la tonelada (negocios que se pactarán de ahora en más), que contrasta con los US$ 5.000 a los que se comercializaba el año pasado.

El incremento de las ventas externas en los primeros meses del año se sustenta en el trigo (hay que recordar que el año pasado, debido a problemas sanitarios prácticamente no hubo exportaciones de este cereal), la propia leche en polvo (negocios pactados a precios altos), el arroz, la soja y la madera.

En los últimos años se produjo una saludable diversificación en los productos de exportación, fruto de acciones emprendidas décadas atrás (ley Forestal, Zonas Francas) que están rindiendo sus frutos en la actualidad, como así también en respuesta a cambios en la demanda internacional (alimentos ricos en proteínas).

Las ventajas comparativas del país en varias áreas, posibilitaron una rápida respuesta ante estímulos favorables, lo que permitió aumentar la gama de rubros de exportación, fundamentalmente aquellos de origen agropecuario.

No obstante, la preponderancia de estos productos en la estructura de exportaciones del país ha generado un debate sobre la "primarización" de las exportaciones, entendida por tal el bajo nivel de procesamiento de las mismas.

Para ilustrar el punto, se puede analizar la estructura de exportaciones por grandes rubros, donde se constata que en los cuatro primeros meses del presente año los productos primarios representaron el 36% del total exportado, las manufacturas de origen agropecuario (MOA) el 44% y las manufacturas de origen industrial (MOI) el 19% y los combustibles el 1% restante.

Un año atrás las MOI representaban el 21% y los productos primarios el 34%. Efectivamente aumentó la "primarización" de las exportaciones, y como contrapartida disminuyó el peso relativo de las industriales. De hecho, las MOI fueron el único rubro que muestra un descenso en sus ventas externas en lo que va del año (-7%), ante aumentos de los productos primarios (+10%) y las MOA (+2%).

La región no es ajena a esta evolución, ya que es el destino del 70% de las exportaciones de MOI. El bajo dinamismo que presenta la economía brasileña y el freno del consumo interno en Argentina fruto de las medidas económicas adoptadas en ese país, tendientes a frenar la inflación y la fuga de divisas, unido a las trabas impuestas a las importaciones, impactan negativamente en las exportaciones uruguayas hacia esos destinos.

En tal sentido podría decirse que son los problemas que enfrenta la región quienes determinan que, dadas las condiciones actuales de competitividad de la economía uruguaya, aumente el peso relativo de los productos primarios en la estructura de exportaciones, al tiempo que éstas se concentran cada vez más en China.

Para evitar el peligro de la concentración, lograr un acceso privilegiado a la mayor cantidad posible de mercados se torna prioritario. Las últimas noticias sobre la marcha de las negociaciones de un tratado de libre comercio con la Unión Europea no son halagüeñas, ya que Argentina sigue poniendo trabas al mismo.

Sin desmedro de los avances que se logren alcanzar en ese acuerdo, el acceso a otros mercados dinámicos a los cuales se pueda exportar en condiciones favorables productos con un mayor contenido de trabajo uruguayo adquiere una importancia fundamental.

Fuente: http://www.elpais.com.uy